No siempre es necesario tener una cafetera para hacer café. La cafetera es tan solo un instrumento que facilita las cosas, pero no el único método de conseguir café. Si te apetece tomar un café y no tienes una cafetera en casa, es posible siguiendo unos pasos extremadamente sencillos que cualquier persona puede hacer en su casa con los utensilios de cocina habituales.
Aunque hacer café sin cafetera pueda parecer algo impensable, podrás comprobar que es un procedimiento de lo más elemental. Solo hay que agudizar un poco el ingenio y buscar los pasos para poder extraer el aroma y sabor del café en nuestra infusión sin necesidad de estos inventos que facilitan tanto la vida… ¡Y lo mejor, existen varios métodos para elegir!
¿Qué es el café?
El café es realmente un tipo de infusión. Una infusión es toda aquella bebida que se prepara a partir de hierbas o frutos que se introducen en agua hirviendo para extraer sus propiedades, como el sabor y aroma. De esa forma, éstos pasan al agua y puedes tomarla sin ningún resto sólido.
En el caso del café, lo que se usan son bayas de esta plata que se pasan por un proceso de tostado y luego se muelen para que el agua pueda obtener ese sabor tan característico. No obstante, la presión a la que llegan las cafeteras profesionales ayudan también a extraer el máximo del café, aunque con la temperatura sería suficiente.
Con esto lo que te pretendo hacer ver es que si puedes hacer una infusión en casa sin tener ningún tipo de aparato especial, también puedes hacer café del mismo modo. De hecho, si no existen máquinas para infusiones es porque no hay una industria tan extendida como la del café, aunque sí es cierto que puedes encontrar algunos productos como las prensas francesas que sirven tanto para café como para infusiones, etc.
Café con filtro (tipo infusión)
En este caso se parece bastante al procedimiento anterior, pero te recordará a la preparación de las infusiones. De hecho, el café no es más que eso, una infusión especial. La idea en este caso es hervir el agua para que alcance una temperatura adecuada, ya sea en un cazo, en el microondas, o donde prefieras.
Mientras el agua se calienta, puedes poner la cantidad exacta de café molido que necesitas para tu café dentro de un filtro para café. Lo debes hacer una especie de paquete, similar a las bolsitas de infusiones. Luego lo cierras para evitar que se salgan los posos del café.
Una vez el agua está a temperatura de ebullición, lo siguiente es verter el agua en una taza e introducir la bolsa que has preparado en el paso anterior dentro del agua para que deje el sabor y aroma. Tienes que dejarlo reposar unos minutos para que tome el sabor adecuado, además de dejar que el agua pierda algo de temperatura, ya que estará demasiado caliente como para tomarla.
Una vez esté listo, puedes retirar el filtro con los pozos del café. Si ves que ha empapado demasiada agua, puedes prensarlo un poco para extraer la mayor parte del agua. Una vez tienes tu café, puedes agregar lo que te apetezca: azúcar, leche,…
Por cierto, te facilitaría mucho las cosas si dispones de una cafetera de émbolo o prensa francesa. Aunque se puede considerar como una herramienta para hacer café, no es una cafetera como tal…
Café instantáneo
Otra opción a tu alcance es usar café instantáneo del que puedes encontrar en cualquier supermercado. Este café está listo para agregar al agua y obtener la bebida sin necesidad de cafetera ni ningún otro procedimiento. Un método que ahorra tiempo y esfuerzos, pero con el que no vas a obtener el mismo aroma y sabor que con un café de otro tipo.
En este caso, tan solo necesitas el café instantáneo, agua llevada hasta su punto de ebullición y azúcar. Eso es todo lo necesario para preparar el café. Agregas la cantidad de café que desees en el agua caliente, mueves bien hasta que se disuelva, añades el endulzante (azúcar, miel, stevia, sacarina,…), y lo que quieras más (leche, cacao en polvo, canela, licor,…).
Técnica «cold brew» o infusión en frío
Cold brew, o infusión en frío, es una técnica novedosa e innovadora, y no se ha extendido demasiado. Pero es otra forma de preparar café sin ningún tipo de aparato especial.
Al ser una forma de infusionar el café sin que el agua esté caliente, como una infusión fría, se necesitará prolongar más el tiempo en el que el café está en contacto con el agua. De hecho, lo habitual para que esta técnica resulte es llegar hasta las 24 horas.
Por tanto, no es una técnica para hacer un café de forma rápida y en todo caso, lo tendrás que hacer el día anterior. Pero a cambio, la espera tendrá una serie de ventajas frente a la infusión caliente. Por ejemplo, cuando se usa agua hirviendo se pueden extraer también algunos sabores no deseados. Por ejemplo, con la temperatura se liberarán algunos componentes de los granos de café como los ésteres, las cetonas y las amidas.
Esos componentes añaden acidez y aromas torrefactos que no son agradables. Además de ese amargor, a veces también pueden dotar al café de cierta astringencia. Al usar la técnica cold brew podrás obtener el aroma y sabor, pero sin liberar esos componentes indeseables. Al ser más puro, podrás incluso apreciar mejor las diferencias entre variedades y matices de los distintos tipos de café.
Y cómo no, si te preocupa el dinero, al ser en frío también será una técnica más económica al no necesitar ninguna fuente de energía para calentar el agua. Aunque ¡OJO! Porque una vez preparas el café mediante cold brew se puede calentar para consumirlo caliente si quieres, aunque se suele tomar en frío.
Cómo hacer café cold brew
El procedimiento para preparar café mediante infusión fría es:
- Prepara el café que vas a usar. Es bueno que sea de gran calidad, mucho mejor si es en grano y lo mueles en el momento. Pero para esta técnica, a diferencia de otras, es mejor una molienda gruesa. Es decir, que quede una textura arenosa.
- Usa agua que no aporte sabor. Si en otros procedimientos en caliente es importante que sea agua destilada apta para el consumo o de mineralización débil, para este procedimiento en frío es aún más importante un agua de sabor neutro.
- Ten a mano también un filtro de papel fino para café.
- También necesitas un recipiente donde preparar la infusión en frío. Lo ideal es un bote de cristal o una botella de vidrio. En el mercado existen algunos especialmente diseñados para cold brew, pero puedes usar el que te apetezca, siempre que esté bien limpio y no agregue aromas extraños. Por cierto, si el recipiente no tiene tapa, puedes usar un film de cocina para tapar.
- Otro utensilio que necesitas es un embudo.
- Ahora mezclas el café molido con el agua dentro del bote. La proporción debe ser 1:8, es decir, una parte de café por cada ocho partes de agua. Por ejemplo, puedes usar unos 125 gramos de café molido por cada litro de agua.
- Agita bien y deja que repose durante al menos 12 horas tapado. Aunque lo ideal para obtener el mejor sabor y aroma es que permanezca 24h. Ten en cuenta también que mientras más tiempo pase, mayor será el contenido en cafeína del café resultante. Además, a partir de las 14-15 horas es posible que también comiencen a salir algunos compuestos que aportan algo de amargor. Hay a quien le gusta el café más potente, otros lo prefieren más suave. Es cuestión de gustos, por tanto, controla el tiempo según tu caso.
- Usa el embudo y el filtro para filtrar el contenido del bote, y vierte la mezcla en la taza, vaso o termo.
- Ahora puedes tomarlo tal cual, calentarlo, agregar otros ingredientes adicionales, o lo que necesites…
- Solo queda disfrutar de tu café cold brew.
Una vez elaborado, se puede conservar durante algunos días… En el frigorífico puede durar hasta 7 días. Aunque no es bueno que lo guardes durante demasiado tiempo. Mejor haz cada día el que vayas a tomar al día siguiente.
Café de puchero
Una forma de preparar café sin cafetera es usar un puchero, cacerola, u olla para calentar el agua y llevarla hasta la ebullición. También podrías usar otras fuentes de calor, como un microondas. Pero en cualquier caso, lo que hay es que tomar la cantidad de agua necesaria para preparar la cantidad de café que deseas y que llegue a hervir.
Una vez el agua está hirviendo, puedes retirar recipiente del fuego y verter el café molido. Mueve bien para que mezcle y deja reposar durante 5-10 min. Es importante el proceso de reposado, algunas personas se lo salta y lo que consigues es un agua con un ligero sabor a café.
Ahora puedes filtrar el líquido resultante usando un colador o filtro de café desechable para verter en una taza. De esa forma podrás retirar los pozos del café que son desagradables. Luego puedes agregar los extras, como el edulcorante, la leche, o lo que desees agregar.